jueves, 25 de octubre de 2012

Un año de Ventana


“Mucha gente pequeña, en muchos lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”
E. Galeano

Recuerdo claramente el día en que decidimos embarcamos en este viaje. Era el fin del año escolar, a tan solo unas semanas de recibir nuestros diplomas como bachilleres del Colegio Teresiano; durante las presentaciones de las monografías, Andrea, Flavia, Paula y yo, nos levantamos y dijimos: “Quinto B, necesitamos su apoyo, queremos llevar una donación al hospital psiquiátrico”.

Fuimos cuatro jóvenes motivadas por la cruda realidad que se vive a diario en el hospital psicosocial José Dolores Fletes, conocido como el psiquiátrico. Hoy, Movimiento Ventana, cumple su primer aniversario; 6 visitas al centro, con el acompañamiento de alrededor de 70 jóvenes e incontables sonrisas que los pacientes nos han regalado.

¿Porque Ventana? En homenaje a nuestro poeta Alfonso Cortés, uno de los mayores exponentes de la literatura nicaragüense, quien sufría de esquizofrenia paranoide. Cortés permaneció aproximadamente 21 años en el hospital psicosocial; actualmente, uno de los pabellones está nombrado en su honor. Ventana es el nombre de uno de los poemas de Alfonso, escrito durante una de sus crisis de vesania, él concibió la ventana como símbolo de contacto y de felicidad para el hombre. (Graf, 1973: Ib. 353).

Con esto en mente, nos dimos a la tarea de fundar un movimiento enfocado en apoyar a los pacientes del hospital Psicosocial. En primera instancia, hablamos con nuestros padres, con las hermanas Teresianas y nuestro grupo de graduación acerca del proyecto. El proceso de desarrollo de Ventana fue difícil, debido al gran estigma que sufren los pacientes con enfermedades mentales. Sin embargo, esto no nos detuvo, y toda la comunidad Teresiana se sumó a nuestra lucha. 

Así, el 25 de octubre de 2011 realizamos la primera visita al hospital psicosocial como Movimiento Ventana. A partir de ahí, hemos venido trabajando lo más arduamente posible. No ha sido fácil, todos somos jóvenes de 17/18 años, con poca experiencia pero con objetivos claros.

Siempre me sorprende ver como se involucran nuestros voluntarios con la causa, el ambiente en cada celebración es único, en ese momento los muchachos se entregan a la atención de los pacientes, no importa su enfermedad, son seres humanos, y como todos, tienen sentimientos. 

Este próximo año trae muchas metas para Ventana; queremos dar a conocer nuestra labor de manera formal, iniciar con la concientización en los colegios y universidades en materia de salud mental, y mejorar las condiciones de vida de los pacientes (pintar los pabellones, cambiar láminas de zinc, reforestar el centro, etc.) 

Es un hecho que Ventana va a seguir trabajando, no importa lo difícil que sea, aunque la mayoría de la sociedad Nicaragüense esté cegada ante la realidad que viven las personas que sufren de enfermedades mentales en nuestro país; el equipo de Ventana vamos a continuar llevando luz a quienes más lo necesitan.

Agradezco de corazón a todos los voluntarios que han estado con nosotros este año, a las hermanas Teresianas por ser nuestro punto de partida y un apoyo incondicional. A mis padres y la tía Nelba que siempre me dieron fuerzas y consejos para seguir. Sobre todo, a mis compañeros, que en medio de discusiones y demás, seguimos trabajando por una Nicaragua que tome en cuenta la salud mental.