“Mucha gente
pequeña, en muchos lugares pequeños,
haciendo cosas
pequeñas, pueden cambiar el mundo”
E. Galeano
Recuerdo claramente el día en que decidimos embarcamos en
este viaje. Era el fin del año escolar, a tan solo unas semanas de recibir
nuestros diplomas como bachilleres del Colegio Teresiano; durante las
presentaciones de las monografías, Andrea, Flavia, Paula y yo, nos levantamos y
dijimos: “Quinto B, necesitamos su apoyo,
queremos llevar una donación al hospital psiquiátrico”.
Fuimos cuatro jóvenes motivadas por la cruda realidad que
se vive a diario en el hospital psicosocial José Dolores Fletes, conocido como
el psiquiátrico. Hoy, Movimiento Ventana, cumple su primer aniversario; 6
visitas al centro, con el
acompañamiento de alrededor de 70 jóvenes e incontables sonrisas que
los pacientes nos han regalado.
¿Porque
Ventana? En homenaje a nuestro poeta Alfonso Cortés, uno de los
mayores exponentes de la literatura nicaragüense, quien sufría de esquizofrenia
paranoide. Cortés permaneció aproximadamente 21 años en el hospital
psicosocial; actualmente, uno de los pabellones está nombrado en su honor. Ventana es el nombre de uno de los
poemas de Alfonso, escrito durante una de sus crisis de vesania, él concibió la ventana como símbolo de contacto
y de felicidad para el hombre. (Graf, 1973: Ib. 353).
Con esto en mente, nos dimos a la tarea de fundar un movimiento enfocado en apoyar a los pacientes del hospital Psicosocial. En primera instancia, hablamos con
nuestros padres, con las hermanas Teresianas y nuestro grupo de graduación
acerca del proyecto. El
proceso de desarrollo de Ventana fue difícil, debido al gran estigma
que sufren los pacientes con enfermedades mentales. Sin embargo, esto no
nos detuvo, y toda la comunidad Teresiana se sumó a nuestra lucha.
Así, el 25 de octubre
de 2011 realizamos la primera visita al hospital psicosocial como Movimiento Ventana. A partir de ahí,
hemos venido trabajando lo más arduamente posible. No ha sido fácil, todos
somos jóvenes de 17/18 años, con poca experiencia pero con objetivos claros.
Siempre me sorprende ver como se involucran nuestros
voluntarios con la causa, el ambiente en cada celebración es único, en ese
momento los muchachos se entregan a la atención de los pacientes, no importa su
enfermedad, son seres humanos, y como todos, tienen sentimientos.
Este próximo año trae muchas metas para Ventana; queremos
dar a conocer nuestra labor de manera formal, iniciar con la concientización en
los colegios y universidades en materia de salud mental, y mejorar las
condiciones de vida de los pacientes (pintar los pabellones, cambiar láminas de
zinc, reforestar el centro, etc.)
Es un hecho que Ventana va a seguir trabajando, no importa
lo difícil que sea, aunque la mayoría de la sociedad Nicaragüense esté cegada
ante la realidad que viven las personas que sufren de enfermedades mentales en
nuestro país; el equipo de Ventana vamos a continuar llevando luz a quienes más
lo necesitan.
Agradezco de corazón a todos
los voluntarios que han estado con nosotros este año, a las hermanas Teresianas
por ser nuestro punto de partida y un apoyo incondicional. A mis padres y la
tía Nelba que siempre me dieron fuerzas y consejos para seguir. Sobre todo, a
mis compañeros, que en medio de discusiones y demás, seguimos trabajando por
una Nicaragua que tome en cuenta la salud mental.